jueves, 21 de diciembre de 2023

Algunas notas a Apocalipsis XVI, 13

   13. Y vi de la boca del Dragón y de la boca de la Bestia y de la boca del Falso Profeta (salir) espíritus tres, impuros, como ranas. 

Concordancias: 

Στόματος (boca): cfr. Mt. IV, 4; XV, 11.17-18; II Tes. II, 8; Apoc. I, 16; II, 16; III, 16; XIX, 15.21 (Verbo); IX, 17-19 (sexta Trompeta); XI, 5 (dos Testigos); XII, 15-16 (serpiente - Dragón); XIII, 2.5-6 (Bestia); XIV, 5 (144.000 sellados). 

δράκοντος (Dragón): Sólo en el Apoc. cfr. Apoc. XII, 3-4.7.9.13.16-17; XIII, 2.4.11; XX, 2. 

θηρίου (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1-4.11-12.14-15.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10; XVII, 3.7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2. 

ψευδοπροφήτου (Falso Profeta): cfr. Mt. VII, 15; Mt. XXIV, 11.24; Mc. XIII, 22; Lc VI, 26; Hech. XIII, 6; II Ped. II, 1; I Jn. IV, 1; Apoc. XIX, 20; XX, 10. 

Στόματος τοῦ δράκοντος (boca del Dragón): cfr. Apoc. XII, 15-16. 

Στόματος τοῦ θηρίου (boca de la Bestia): cfr. Apoc. XIII, 5-6. 

Στόματος τοῦ ψευδοπροφήτου (boca del Falso Profeta): Ver Apoc. XIII, 11.14. 

Πνεύματα (espíritus): cfr. Apoc. I, 4; III, 1; IV, 5; V, 6; XVI, 14; XVIII, 2; XXII, 6. 

Ἀκάθαρτα (impuros): cfr. Mt. X, 1; XII, 43; Mc. I, 23.26-27; III, 11.30; V, 2.8.13; VI, 7; VII, 25; IX, 25; Lc. IV, 33.36; VI, 18; VIII, 29; IX, 42; XI, 24; Hech. V, 16; VIII, 7; Apoc. XVII, 4; XVIII, 2. Ver Hech. X, 14.28; XI, 8; I Cor. VII, 14; II, Cor. VI, 17; Ef. V, 5. 

βάτραχοι (ranas): Hapax absoluto. 

 

Comentario: 

La boca de la Bestia (del mar) sería la misma que la de XIII, 5-6, es decir el cuerno de Daniel VII, lo cual parece identificarse con el Anticristo-Individuo, mientras que la boca del Falso Profeta parece ser la de los dos cuernos que habla como un Dragón (XIII, 11), es decir la de aquellos dos jefes principales de la falsa religión mundial. 

Straubinger: “Espíritus inmundos como los que vemos actuar en el Evangelio (Mt. X, 1; Mc. I, 23). No sabemos si obrarán por medio de algún poseso. Cfr. I Tim. IV, 1; Éx. VIII, 2”. 

Allo: “Las ranas recuerdan la segunda plaga de Egipto, Ex. VIII, 1 ss”. 

Eyzaguirre: “Salen de la boca para indicar las instrucciones que reciben de las respectivas bocas a fin de ejecutar un mismo consejo. In modum ranarum, ya que la misión es secreta, y van como de incógnitos, y no se deberán dirigir a los pueblos, sino solamente saltar como las ranas de rey en rey…”. 

Según Eyzaguirre estos espíritus inmundos son personas, pero parece que deberían ser demonios, como lo indica el texto, a menos que sean personas endemoniadas, cuya posibilidad admite Straubinger. 

Wikenhauser: “Pero el vidente presencia todavía otro cuadro. Ve cómo de la boca del Dragón, la Bestia y el Falso Profeta, que forman como una trinidad satánica, salen tres espíritus inmundos que semejan ranas, y se dirigen a los reyes del mundo entero, a quienes, ayudándose de prodigios, tratan de conquistar para su causa, en previsión del combate que se peleará en el gran día de Dios (cfr. VI, 17: “el gran día de la ira de ellos (= el Cordero y Dios)”; II Ped. III, 12). Este “gran día” es el día en que Dios vence y aniquila, en sangrienta batalla, a las potencias y pueblos enemigos, que se han congregado para pelear contra Él la batalla decisiva. Es la misma batalla que el vidente ha contemplado ya, a grandes rasgos, figurada en la acción de triturar las uvas en el lagar (Ap. XIV, 18-20), y que describirá detalladamente en XIX, 11-21. A ella alude también cuando habla del combate de los diez reyes contra el Cordero (Ap. XVII, 14)”. 

Fillion: “Spiritus immundos: En el Evangelio este nombre designa frecuentemente a los demonios (Mt. X, 1.12.48, etc.); lo mismo aquí, como lo dice el v. 14”. 

Swete: “El Falso Profeta, pues, es el falso poder espiritual que hizo causa común con el poder temporal haciendo el trabajo de Satanás; cf. XIII, 11 ss. (…) El término, traducción de los LXX de la palabra נְּבִיאִ֛ en Zac. XIII, 2 y frecuentemente en Jeremías, se usa en el N.T. de los que pretenden tener inspiración, o personas inspiradas satánicamente, sea antes o después de Cristo (Mt. VII, 15; Mc. XIII, 22; Lc. VI, 26; II Ped. II, 1; I Jn. IV, 1)”. 

Swete: “Inmundos, dado que son espíritus-demonios; cf. I Tim. IV, 1”. 

Drach: “Tres espíritus inmundos: esta denominación es dada a menudo a los malos espíritus: Apoc. XVIII, 2; Mt. X, 1; XII, 43, etc.; Hech. V, 16; VIII, 7”. 

Ribera: “Se dice que los espíritus salen de sus bocas porque son enviados por medio de sus órdenes, tal como leemos en el cap. XII, 15 “Y arrojó la serpiente de su boca, detrás de la Mujer, agua como un río”, es decir, por medio del ejército perseguidor”.