sábado, 12 de julio de 2025

Algunas notas a Apocalipsis XXII, 2

 2. En medio de su plaza y del río, aquí y allí, un leño de vida, haciendo frutos doce según el mes, cada uno (e.e. cada mes) retribuyendo su fruto; y las hojas del leño (son) para curación de las naciones.

 Concordancias:

Μέσῳ (medio): Ver Apoc. I, 13; II, 1; IV, 6; V, 6; VI, 6; VII, 17.

 Πλατείας (plaza): cfr. Mt. VI, 5; XII, 19; Lc. XIII, 26; XIV, 21; Apoc. XI, 8; XXI, 21.

 Ποταμὸν (río): cfr. Jn. VII, 38; Apoc. XXII, 1. Ver Apoc. VIII, 10; IX, 14; XII, 15-16; XVI, 4.12.

 Ξύλου ζωῆς (leño de vida): cfr. Apoc. II, 7; XXII, 14.19. Ver Lc. XXIII, 31.

 Καρποὺς (fruto): Hápax en el Apoc. cfr. Mt. III, 10; VII, 16-20; XII, 33; XIII, 8.26; XXI, 19.34.41.43; Mc. IV, 7-8.29; XI, 14; XII, 2; Lc. I, 42; III, 8-9; VI, 43-44; VIII, 8; XII, 17; XIII, 6-7.9; XX, 10; Jn. IV, 36; XII, 24; XV, 2.4-5.8.16; Gál. V, 22; Ef. V, 9; Fil. I, 11; IV, 17; II Tim. II, 6; Sant. III, 17-18.

 Δώδεκα (doce): cfr. Mt. XIX, 28; Hech. VII, 8; Sant. I, 1; Apoc. XII, 1; XXI, 12-14.16.21.

 Μῆνα (mes): Ver Apoc. IX, 5.10.15; XI, 2; XIII, 5.

 Ἕκαστον (cada uno): cfr. Apoc. II, 23; V, 8; VI, 11; XX, 13; XXI, 21; XXII, 12.

 Ἀποδιδοῦν (retribuyendo): Mt. VI, 4.6.18; XVI, 27; XX, 8; Lc. X, 35; Rom. II, 6; II Tim. IV, 8; I Ped. IV, 5; Apoc. XVIII, 6; XXII, 12.

 Φύλλα (hojas): Hápax en el Apoc. Ver Mt. XXI, 19; XXIV, 32; Mc. XI, 13; XIII, 28.

 Θεραπείαν (curación): Hápax en el Apoc. cfr. Lc. IX, 11; XII, 42.

 Ἐθνῶν (naciones): cfr. Mt. IV, 16; X, 18; XII, 18; XXIV, 9.14; XXV, 32; Mc. XIII, 10; Lc. II, 32; XXI, 24.25; Apoc. II, 26; X, 11; XI, 2.18; XII, 5; XIV, 8; XV, 3-4; XVI, 19; XVIII, 3.23; XIX, 15; XX, 3.8; XXI, 24.26. Ver. Apoc. V, 9; VII, 9; XI, 9; XIII, 7; XIV, 6; XVII, 15.

  

Notas Lingüísticas:

 Zerwick: “ἐν μέσῳ (en medio); aquí = ¿entre?”.

 Zerwick: “ἐντεῦθεν καὶ ἐκεῖθεν: aquí, allí; estos adverbios, aunque están pospuestos, ¿rigen tal vez el genitivo τοῦ ποταμοῦ (del río)?”.

 Zerwick: “ἕκαστον: cada uno; κατὰ μῆνα ἕκαστον: cada mes”.

Iglesias: “Árbol[es]... daba[n]: la traducción entiende el singular del texto griego como colectivo: un conjunto de árboles, una arboleda. De otro modo, la redacción griega permanece ininteligible, pues un árbol único no puede estar a la vez en las dos orillas del río (…) El árbol de la vida es único, como en el primer paraíso (así en los vv. 14.19; II, 7)”.

 

Comentario:

 Straubinger: “En el nuevo Paraíso no habrá ya árbol prohibido y sí multitud de árboles de vida. El griego no usa el término dendron = árbol, sino xylon, literalmente leño, que puede traducirse también por bosque. Véase II, 7; Gén. II, 9 ss”.

 Straubinger: “Su fruto cada mes: Estos frutos, de árboles plantados por el mismo Dios (cfr. Is. LX, 21) ¿no serán los que el Esposo y la esposa van a recoger después de la unión definitiva en Cant. VII, 10-13?”.

 Allo: “W-H unen ἐν μέσῳ τῆς πλατείας αὐτῆς (en medio de su plaza) al v. 1 y hacen regir τοῦ ποταμοῦ (del río) por ἐντεῦθεν καὶ ἐκεῖθεν (aquí y allí); pero es poco natural, pues estas palabras son adverbios; menos natural sería también el lugar de ἐν μέσῳ al fin de la frase”.

 Allo: “ἐν μέσῳ = ἀνά μέσῳ, como en V, 6”.

 Allo: “ξύλον (árbol) es un nombre colectivo: árboles, un bosque o una selva”.

 Allo: “Frutos doce: cfr. Schemoth rabba, 15: los árboles de los tiempos futuros fructificarán todos los meses”.

 Allo: “El árbol de la vida del Paraíso terrestre se ha multiplicado al infinito; forma bosques a ambos lados del río, entre las aguas de la vida y las calles de oro”.

 Allo: “Lo que se dice de la virtud curativa de las hojas no puede aplicarse sino a la vida presente, donde hay todavía en la Iglesia hombres débiles y pecadores”.

 Castellani: “Muchos árboles individuos deben ser, puesto que están en ambas riberas del río. La misma observación de antes: si la Resurrección general ha barrido con todos y con todo per ignem, ni hay “Gentes”, ni hay por qué medicinarlas”.

 Bover: “Árboles de vida: literalmente “árbol de vida”, tomado árbol en sentido colectivo. Carece, por tanto, de fundamento sólido la consideración de que un solo árbol (símbolo de Cristo) se halle a la vez a entrambas orillas del río”.

 Bover: “Su fruto: su fructificación o cosecha”.

 Wikenhauser: “Es discutible si cuando el vidente habla del “árbol de la vida” quiere referirse a uno o varios árboles; en el primer caso haría alusión al árbol del paraíso (Gén. II, 9; III, 22); en el segundo, pensaría en Ezequiel. Igualmente, imprecisa es la localización del árbol. Parece indudable que se lo quiere situar sobre la amplia vía principal, de suerte que todos puedan sin dificultad tomar sus frutos y al mismo tiempo, cerca del río, que le proporciona siempre agua fresca (Sal. I, 3). La corriente de agua y el árbol de la vida quieren expresar la idea de que ha vuelto a ser realidad el paraíso, en el cual no existía ni la enfermedad ni la muerte”.

 Bartina: “El principio de este versículo sufre dos interpretaciones. En medio de la plaza de la ciudad puede ir con lo anterior o con lo siguiente. Si va con lo siguiente, como parece sugerir la numeración del versículo, se tiene: Entre la plaza de la ciudad y el río, a uno y otro lado, había la arboleda de la vida. Lo cual a su vez puede entenderse de dos maneras: A) Entre la plaza o la gran avenida y el río había árboles a uno y otro lado en el interior. B) En el mismo cuadro, había árboles a ambos lados del río. Ambas explicaciones apenas dan sentido.

De donde es preferible otra explicación diferente. La frase en medio de la plaza puede ir con el versículo anterior. Entonces se tiene: Me mostró un río de agua viva… que salía del trono de Dios… en medio de la plaza de la ciudad. A un lado y a otro del río estaba la arboleda de la vida… Porque falta el καὶ (y) dividente antes de la frase en medio de la plaza y se obtiene una más perfecta simetría de versículos. Además, la oración que se refiere al árbol de la vida puede tener fuerza preposicional (Dan. XII, 5; Jos. VIII, 33) y se entiende más la colocación del trono divino en medio de la ciudad y la disposición de la arboleda a ambos lados del río”.

 Alápide: “Leño esto es, leños, es decir, árboles vitales; pues un solo y mismo árbol no puede estar a ambos lados del río”.

 Caballero Sánchez: “Poco acertada es la traducción que de ordinario se da de este texto: "en medio de sus calles, a una y otra mano del río, árboles de vida...”. Se afirma que, al hablar de "calle" en singular, y de "árbol de vida" también en singular, Juan usa necesariamente un término colectivo, porque es imposible que aquella "ciudad inmensa tenga una sola calle", así como no se puede situar un árbol tan sólo en medio de tantas calles y en las dos márgenes del río simultáneamente...

En esa traducción caprichosa flotan ideas preconcebidas que obedecen a una visión material de las cosas y a una imperfecta ponderación del texto griego. Juan dice: "En medio de la plaza y del río, desde allá y desde acá, un árbol de vida"... Los dos genitivos "plaza y río" dependen de "en medio" y, por lo tanto, el árbol está situado, si es que nuestra fantasía lo quiere localizar, a igual distancia de la "plaza" y del "río". Los dos adverbios que siguen encierran un sentido de procedencia que debe referirse a las dos cosas nombradas, "plaza y río". Luego, el sentido perfectamente gramatical y objetivo es que "entre la plaza y el río, sacando su savia de aquella plaza y de este río, brota y se alza un árbol de vida...”.

 Caballero Sánchez: “Los frutos son doce como los panes de proposición que los figuraron”.

 Fillion: “In medio… et ex…”: Según el griego: entre su plaza (cfr. XXI, 26b) y el río, de los dos lados (esto es, de un lado, el largo de la plaza y del otro, el del río) un árbol de vida. Sobre este árbol ver II, 7 y nota”.

 Swete: “La imagen es la de un río que fluye a través de la calle principal que atraviesa la ciudad y donde una fila de árboles está a ambos lados”.

 Shemoth Rabba: “En el futuro… Dios hará que los árboles den fruto todos los meses, y el hombre que coma de ellos se sanará”.

 Calmet: “Algunos quieren que no haya sobre este río, o en medio de las aguas, más que un solo árbol, que extendía sus ramas sobre ambos bordes del río. Pero el pasaje paralelo de Ezequiel, al cual alude San Juan, nos hace juzgar que quiso señalar varios árboles, pero todos de la misma especie; de forma que el Autor sagrado los designó a todos bajo el nombre de un solo árbol”.

 Strack-Billerbeck: “pSheq6, 50 a, 81: “A lo largo del río, en sus riberas de una y otra parte, crecerá toda suerte de árboles frutales, cuyas hojas nunca caerán y cuyo fruto nunca faltará. Darán nuevos frutos cada mes, pues sus aguas salen del Santuario. Y serán sus frutos para comida, y sus hojas para medicina”, Ez. XLVII, 12. En una Baraíta se ha enseñado: R. Yehuda (c. 150) dijo: 'En este mundo el grano tarda 6 meses y el fruto de los árboles 12 meses (en crecer y madurar); pero en el futuro, el grano tarda 1 mes y el fruto de los árboles 2 meses; porque está dicho en Ez. XLVII, 12: 'En sus meses (plural = en 2 meses) darán fruto fresco' (mientras que el grano tarda la mitad de tiempo, es decir, 1 mes). R. José (c. 150) dijo: 'En este mundo el grano tarda 6 meses y el fruto de los árboles 12 meses; pero en el futuro, el grano tarda 15 días y el fruto de los árboles 1 mes; pues así encontramos que el grano en los días de Joel tardaba 15 días hasta la ofrenda de sus primicias; pues se dice: “Saltad de gozo, hijos de Sión, y regocijaos en Jehová, vuestro Dios… y hará caer sobre vosotros las lluvias, la lluvia temprana y la tardía el primero (de Nisán), Jl. II, 23. (El 1 de Nisán la lluvia temprana y la lluvia tardía y la siembra, el 16 de Nisán el regocijo en la ofrenda de la gavilla de las primicias, es decir, desde la siembra hasta la cosecha 15 días; el fruto del árbol requiere el doble de tiempo, es decir, 1 mes). Pero, ¿cómo explica entonces R. José las palabras: "En sus meses darán fruto fresco"? Ez. XLVII, 12. Declara: En cada mes darán fruto fresco.

NuR 21 (192b): ¿Qué significa: Cada mes darán frutos tempranos? Ez. XLVII, 12. Cada árbol dará diferentes frutos tempranos en cada mes, y los frutos tempranos de un mes no serán como los de otro mes.

Shab 30b: Rabban Gamaliel (c. 90) se sentó y recitó: Un día (en el tiempo mesiánico) los árboles darán fruto a diario; pues está dicho: "Echará ramas y dará fruto", Ez. XVII, 23; así como las ramas son a diario, también el fruto será a diario.

PirqeREl 51 (30d): En la ribera del río crecerá toda clase de árboles, cada uno de los cuales dará frutos según su especie, ver Ez. XLVII, 12. Y cada mes darán frutos nuevos, ver Ez. XLVII, 12; mientras unos se comen, otros crecen; pues se dice: sus aguas salen del Santuario. Y serán sus frutos para comida, y sus hojas para medicina, Ez. XLVII, 12. Todo enfermo se baña en esas aguas, y sanará; como se dice: “Y a dondequiera que llegue ese río, vivirá”, Ez. XLVII, 9. Todo herido toma de sus hojas, y sanará; pues se dice: “Sus hojas como medicina”. R. Jochanan ha dicho: Como remedio (sirven las hojas): uno las mira, y su disfrute es curativo”.