viernes, 4 de enero de 2019

Notas a algunos estudios de Mons. Fenton sobre la membresía en la Iglesia (II de IX)


Apéndice I

Cardenal Louis Billot, De Sacramentis, vol. 1, Thesis XIII (1931, 7 edición).

Artículo Sexto: “No todos los sacramentos imprimen carácter sino sólo tres de ellos, por medio de los cuales el hombre adquiere un nuevo status con respecto a aquellas cosas que pertenecen al culto público en la Iglesia de Dios”.

“… la razón teológica concuerda con ésto (a saber, que los tres sacramentos que imprimen carácter en el alma son el Bautismo, la Confirmación y el Orden) ya que el carácter se imprime sólo en aquellos sacramentos por los cuales el hombre es comisionado a aquellas cosas que en la Iglesia deben ser hechas públicamente. De aquí se sigue que la Penitencia y la Extremaunción no pueden imprimir carácter ya que estos sacramentos están sólo para curar algunos defectos accidentales, como son los pecados después del Bautismo, y por medio de ellos el hombre es restituido simpliciter al status primitivo.

De la misma manera el Matrimonio tampoco imprime carácter ya que, si bien por medio de este sacramento el marido y la mujer están comisionados para engendrar hijos y educarlos para rendir culto a Dios de forma tal que provea a la perpetuidad de la Iglesia, sin embargo este oficio no es público sino doméstico, relacionado solamente dispositive a las acciones jerárquicas, y esta es la razón por la cual no se adquiere, por medio del Matrimonio, un nuevo status relacionado a aquellas cosas que pertenecen al culto público en la Iglesia de Cristo.

Con respecto a la Eucaristía se deben considerar dos cosas: la acción sacramental misma que consiste en la consagración de la materia y el uso del sacramento. No hay dudas que en la consagración no se imprime carácter ya que esa acción no pone nada en el alma, sino que, por el contrario, su acción termina en la materia externa y de esta forma no consagra al que rinde culto a Dios, sino que es más bien el culto supremo, el sacrificio de la Iglesia. Con respecto a su uso debemos decir que no imprime carácter en razón de la gran perfección del sacramento, que no ordena al hombre a hacer o recibir algo más con respecto a las cosas santas, sino que, como dice el Dionisio, es la consumación y fin de todas ellas.

En conclusión, debemos decir que los otros tres sacramentos imprimen carácter ya que comisionan ex officio a las cosas divinas, sea para darlas a otros (Orden), para recibirlas (Bautismo) o para defenderlas de los atacantes (Confirmación).”