lunes, 13 de enero de 2025

Algunas notas a Apocalipsis XX, 2

 2. Y se apoderó del Dragón, la serpiente, la antigua, que es Diablo (Calumniador) y el Satanás (Adversario) y lo ató por mil años 

Concordancias: 

ἐκράτησεν (teniendo): cfr. Apoc. II, 1.13-15.25; III, 11; VII, 1.

 Δράκοντα (Dragón): Sólo en el Apoc. cfr. Apoc. XII, 3-4.7.9.13.16-17; XIII, 2.4.11; XVI, 13.

 Ὄφις (sepriente): cfr. Mt. VII, 10; X, 16; XXIII, 33; Mc. XVI, 18; Lc. X, 19; XI, 11; Jn. III, 14; I Cor. X, 9; II Cor. XI, 3; Apoc. IX, 19; XII, 9.14-15.

  ὄφις ὁ ἀρχαῖος (la serpiente, la antigua): cfr. Apoc. XII, 9.

 Διάβολος (diablo): cfr. I Par. XXI, 1; Sal. CVIII, 6; Mt. IV, 1.5.8.11; XIII, 39; XXV, 41; Lc. IV, 2-3.5-6.13; VIII, 12; Jn. VIII, 44; XIII, 2; Hech. X, 38; Ef. IV, 27; VI, 11; I Tim. III, 6-7; II Tim. II, 26; Heb. II, 14; Sant. IV, 7; I Ped. V, 8; I Jn. III, 8.10; Jud. I, 9; Apoc. II, 10; XII, 9.12; XX, 10.

  Σατανᾶς (Satanás): cfr. Mt. IV, 10; XII, 26; XVI, 23; Mc. I, 13; III, 23.26; IV, 15; VIII, 33; Lc. X, 18; XI, 18; XIII, 16; XXII, 3.31; XIII, 27; Apoc. II, 9.13.24; III, 9; XII, 9; XX, 7.

 Ἔδησεν (ató): cfr. Mt. XII, 29, Mc. III, 27 (fuerte armado); Mt. XIII, 30 (cizaña); Mc. V, 3-4; Lc. XIII, 16; Apoc. IX, 14 (sexta Trompeta). Ver Tob. VIII, 3; II Ped. II, 4; Jud. 6.

 Χίλια ἔτη (mil años): cfr. II Ped. III, 8; Apoc. XX, 3-7.

  

Notas Lingüísticas:

 Zerwick: “ἐκράτησεν: tener potestad sobre; tener; ingresivo: agarrar, aprehender”.

 Fillion: “ἐκράτησεν: lo ató fuertemente”.

  

Citas Bíblicas:

 Is. XXIV, 21-22: “En aquel día Yahvé juzgará a la milicia del cielo en lo alto, y aquí abajo a los reyes de la tierra. Serán juntados como se junta a los presos en la mazmorra, quedarán encerrados en el calabozo, y después de muchos días serán juzgados”.

  

Comentario:

 Straubinger: “Por mil años: los vv. 3, 4, 5, 6 y 7 repiten esta cifra. Según San Pedro, ella correspondería a un día del Señor (II Ped. III, 8; Sal. LXXXXIX, 4). San Pablo (I Cor. XV, 25) dice: “Hasta que Él ponga a sus enemigos por escabel de sus pies”, como lo vemos en los vv. 7-10”.

 Allo: “ἔδησεν (ató), cfr. Is. XXIV, 22, escatológico”.

 Allo: “El sentido debe ser el mismo que Mt. XII, 29 y Lc. XI, 21 sobre el “Fuerte atado” por Jesús”.

 Wikenhauser: “Detrás del Anticristo y su ejército actúa Satán en persona (XIII, 1 ss; XVI, 13 ss). Vencido y aniquilado el Anticristo con los suyos, ha llegado la hora de juzgar a Satán. Es el espectáculo al que asiste el vidente en este momento. Sólo que por ahora se trata de un juicio provisional: Satán es encadenado por un ángel y arrojado así por espacio de mil años en el abismo (Mt. XII, 29), morada de los espíritus malignos (IX, 1 ss). El socavón que conduce al abismo está cerrado y sellado para que nadie lo abra sin autorización. Durante este tiempo le es absolutamente imposible toda actividad en la tierra. Ahora ya no puede seducir a los pueblos, ya no puede incitarlos a la hostilidad contra Cristo y los suyos. El encadenamiento de Satán tiene, pues, por fin preservar la era del reino mesiánico de las perturbaciones causadas por los pueblos que Satán extravía (XX, 8-10)”.

 Gelin: “Aquí el ángel malo por excelencia sufre un castigo previo a su punición definitiva (XX, 10). Se trata de una neutralización de su poder, que refuerza la que le había sido impuesta en XII, 9”.

 Garland: “Ahora que sus dos cómplices humanos, la Bestia y el Falso Profeta han sido arrojados al Lago de Fuego (XIX, 20) y sus fuerzas demoníacas han sido puestas en prisión en las regiones incendiadas de Babilonia y Edom, se debe defender por sí mismo (Is. XXVII, 1; LI, 9)”.

 Fillion: “Draconem, serpentem…: remarcar la acumulación solemne de sinónimos. Esta frase recuerda mucho el pasaje XII, 9: los nombres dados al príncipe de los demonios son los mismos”.

 Lepin: “Lo que el autor sagrado predice como debiendo suceder en la última edad del mundo, es un período de tiempo bastante largo, aunque indeterminable –pues mil años es una cifra simbólica- durante el cual la Iglesia, después de haber sufrido por mucho tiempo por parte del Anticristo y de Satanás, gozará de la paz y de la felicidad, ejerciendo una poderosa influencia sobre los pueblos”.

 Alápide: “Alcázar cree que Satanás es atado para que no impida las bodas del Cordero con la Iglesia Romana, así como Rafael ató a Asmodeo para que no impida las bodas de Tobías con Sara (Tob. VIII, 3)”.

 San Beda: “Diablo significa “fluir hacia abajo”. No obstante, en griego significa “acusador”. Satán significa “adversario prevaricador”. Por lo tanto, es llamado “Dragón” por la malicia que inflige; “serpiente” por la astucia en engañar; “diablo” por la caída de su estado anterior; “Satanás” por la terquedad de su oposición al Señor”.

 Ramos García (Apoc.): “Cristo castiga de menor a mayor: impíos, Anticristo y Falso Profeta, y por último al Dragón, que fue la primera causa de la rebelión”.

 Ramos García (Apoc.): “Mil años: Período largo en el cual no se sentirá el influjo de Satanás en el mundo. Según San Agustín, comenzó con la venida de Cristo y continúa durante la historia de la Iglesia. No nos parece, puesto que el influjo de Satanás todavía se siente en el mundo, todavía deambula por el mundo. La atadura de Satanás es futura y el reino comienza después de ella, por lo tanto, el reino es futuro, pero permanecerá el fomes peccati”.