Nota del Blog: comenzamos aquí la publicación de este interesante libro de Caballero Sánchez sobre esta profecía de una importancia capital para poder comprender el Discurso Parusíaco y el Apocalipsis.
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Daniel |
La
Profecía de las 70 Semanas de Daniel
y
los Destinos del Pueblo Judío
"Vendrá de Sión el Libertador y arrojará lejos
de Jacob las impiedades. Y ésta
es para ellos la
Alianza de parte mía, cuando
quitare los pecados
de ellos…" (Isaías - San Pablo)
TEXTO DE DANIEL IX, 24-27
"SETENTA SEMANAS HAN
SIDO RECORTADAS SOBRE TU PUEBLO Y TU CIUDAD SANTA, PARA QUE SEA CONSUMIDA LA
PREVARICACIÓN Y SELLADOS LOS PECADOS Y CANCELADA LA DEUDA E INTRODUCIDA LA
JUSTICIA ETERNA Y SELLADA LA VISIÓN Y EL PROFETA Y UNGIDO EL SANTO DE LOS
SANTOS.
SEPAS, PUES, Y ENTIENDAS
QUE DESDE LA SALIDA DE UNA PALABRA PARA RESTAURAR Y EDIFICAR A JERUSALÉN HASTA
UN UNGIDO-PRÍNCIPE, HAY SIETE SEMANAS Y SESENTA Y DOS SEMANAS. TORNARÁSE A
EDIFICAR PLAZA Y MURO, Y ESO EN LA ANGUSTIA DE LOS TIEMPOS.
AL CABO DE LAS SESENTA Y
DOS SEMANAS, UN UNGIDO SERÁ EVACUADO Y NADA PARA ÉL... Y EL PUEBLO DE UN JEFE
QUE VENDRÁ DESTRUIRÁ LA CIUDAD Y EL SANTUARIO Y SU FIN EN LA INUNDACIÓN; Y
HASTA EL FIN, GUERRA DECRETADA CON DEVASTACIONES; Y HARÁ FIRME LA ALIANZA CON
MUCHOS DURANTE UNA SEMANA, Y POR MEDIA SEMANA HARÁ CESAR EL SACRIFICIO Y LA
OBLACIÓN, Y SOBRE EL ALA HABRÁ ABOMINACIONES DE LA DESOLACIÓN, Y HASTA LA
CONSUMACIÓN, PUES, DECRETADO ESTÁ QUE SEA DERRAMADA SOBRE LA DESOLACIÓN».
PROLOGO
En estos últimos tiempos
la Crítica ha estudiado mucho a Daniel y la más célebre de sus profecías, la de
las 70 Semanas.
Los resultados de estos
estudios son, para el no iniciado en ellos, muy sorprendentes. De la
personalidad de Daniel y de su espíritu de profecía, que tan divinamente
resaltan en todo el libro a los ojos de los sencillos, nada queda. Nuestros sabios
han descubierto allí una "ficción literaria".
La opinión dominante entre
los comentadores católicos de prestigio la resume el P. Calés, S. J. en "Recherches
de Science religieuse", 1929, p. 87: "Nuestras preferencias
—dice— son para el sistema que coloca al escritor de las visiones daniélicas en
la época de Antíoco Epífanes".
He aquí la conclusión
general de la Ciencia moderna sobre el libro de Daniel, conclusión propuesta
por Bigot en el Diccionario de Teología católica: "Por ficción
literaria propia de los autores de apocalipsis, un escritor del tiempo de los
Macabeos se puso la careta de un personaje célebre en la antigüedad judía,
Daniel; reunió en un solo cuerpo antiguas tradiciones aptas para inspirar
confianza en la Providencia de Dios sobre su pueblo (Dan., I-VI), y quiso, para
levantar el ánimo de sus compatriotas, juntar aquellos consoladores recuerdos
al cuadro de su tiempo tan probado, pintándolo al modo y estilo profético[1]" (Art. Daniel,
col. 73). La Profecía de las 70 Semanas, por ejemplo, es historia de un pasado reciente
escrita apocalípticamente por un autor piadoso: "Se aplica literalmente al
advenimiento de Ciro, a la muerte del Sumo Pontífice Onías III, a las
persecuciones de Antíoco Epífanes, en fin, a la par y a la restauración de los
Macabeos" (ib., c. 82).
La única diferencia, pero
es esencial, entre la Crítica independiente y la Exégesis de los católicos
consiste en rechazar o admitir el sentido mesiánico afirmado por la Tradición
constante de los Santos Padres, para algunos pasajes del Libro, especialmente para
la perspectiva de bienes que despuntan en plenitud tras de las 70 Semanas. Y aún
entonces, muchísimos sabios católicos creen que basta retener el mesianismo de
estos pasajes no como sentido literal e inmediato, sino como simple sentido
indirecto y típico "que guarda para la fe viva y dócil toda su fuerza persuasiva"
(ibid., col. 82).
En Revue Biblique de
abril 1930, el P. Lagrange publicó un artículo sobre las 70 Semanas de Daniel y
lo creyó sin duda definitivo. Llegado a la espléndida madurez de su desarrollo
escriturístico y aprovechándose de los últimos trabajos sobre el Libio de Daniel,
el P. Lagrange vuelve a examinar el problema de las 70 Semanas, ya estudiado
por él en 1904. Es su deseo explícito mostrar cómo el Exégeta católico puede comulgar
al mismo tiempo con los Santos Padres sosteniendo un admirable sentido
directamente mesiánico, y con toda la Crítica moderna, para la cual el fin de Antíoco
Epífanes clausura las 70 Semanas historiadas sin sujeción a cómputo
alguno exactamente matemático.
Sigue el P. Lagrange, en
su estudio un método excelente. Busca primero la interpretación natural del
texto y deja que de ahí fluyan naturalmente las aplicaciones históricas. Pero
¿hasta dónde ha logrado el exégeta dejar al texto su sabor natural sin introducir
en él puntos de vista personales? Tal vez sus buenas intenciones no le salvaron
de todo tropiezo. Podremos verlo siguiendo punto por punto su comentario. Quizá
de este examen se pueda deducir una mayor inteligencia de la grandiosa Profecía
de las 70 Semanas.