12. cargamento de oro y plata y piedra preciosa y perlas y lino fino y púrpura y seda y escarlata y todo leño aromático y todo vaso de marfil y todo vaso de leño preciosísimo y bronce y hierro y mármol; 13. y cinamomo y amomo y perfumes y mirra e incienso y vino y aceite y flor de harina y trigo y jumentos y ovejas y (cargamento) de caballos y de carrozas y de cuerpos, y almas de hombres.
Concordancias:
Γόμον (cargamento): cfr. Hech. XXI, 3; Apoc. XVIII, 11.
Χρυσοῦ (oro): cfr. Mt. X, 9; Hech. XVII, 29 Sant. V, 3; Apoc. IX, 7. Ver Apoc. III, 18; XVII, 4; XVIII, 16; XXI, 18.21.
Ἀργύρου (plata): Hápax en el Apocalipsis. cfr. Mt. X, 9; Hech. XVII, 29; Sant. V, 3.
Λίθῳ (piedra): cfr. I Cor. III, 12; Apoc. IV, 3; XVII, 4; XVIII, 16.21; XXI, 11.19.
τιμίῳ (preciosa): cfr. I Cor. III, 12; Apoc. XVII, 4; XVIII, 16; XXI, 11.19.
Λίθῳ τιμίῳ (piedra preciosa): cfr. Dan. XI, 38; Apoc. XVII, 4; XVIII, 16; XXI, 11.19.
Μαργαρίταις (perlas): cfr. Mt. VII, 6; XIII, 45-46; I Tim. II, 9; Apoc. XVII, 4; XVIII, 16; XXI, 21.
Βυσσίνου (lino fino): cfr. Apoc. XVIII, 16 (Babilonia); XIX, 8 (Jerusalén Celeste).14 (ejércitos angélicos).
Πορφυροῦν (púrpura): cfr. Jn. XIX, 2.5; Apoc. XVII, 4; XVIII, 16.
Σιρικοῦ (seda): Hápax absoluto.
Κόκκινον (escarlata): cfr. Mt. XXVII, 28; Heb. IX, 19; Apoc. XVII, 3-4; XVIII, 16.
Ξύλου (leño): cfr. Apoc. II, 7; XXII, 2.14.19 (Jerusalén Celeste).
Θύινον (aromático): Hápax absoluto.
Σκεῦος (vaso): cfr. Apoc. II, 27.
Ἐλεφάντινον (marfil): Hápax absoluto.
Χαλκοῦ (bronce): cfr. Apoc. I, 15; II, 18; IX, 20.
Σιδήρου (hierro): cfr. Apoc. II, 27; XII, 5; XIX, 15.
Μαρμάρου (mármol): Hápax absoluto.
Κιννάμωμον (cinamomo): Hápax absoluto.
ἄμωμον (amono): Con este sentido, Apax absoluto.
Θυμιάματα (perfumes): cfr. Lc. I, 10-11; Apoc. V, 8; VIII, 3-4.
Μύρον (mirra): Hápax en el Apocalipsis. cfr. Mt. XXVI, 7.12; Mc. XIV, 3-5; Lc. VII, 37-38.46; XXIII, 56; Jn. XI, 2; XII, 3.5.
Λίβανον (incienso): Hápax en el Apocalipsis. cfr. Mt. II, 11.
Οἶνον (vino): cfr. Apoc. VI, 6; XIV, 8.10; XVI, 19; XVII, 2; XVIII, 3; XIX, 15. Ver Lc. X, 34.
Ἔλαιον (aceite): cfr. Apoc. VI, 6.
Σεμίδαλιν (flor de harina): Hápax absoluto.
Σῖτον (trigo): cfr. Apoc. VI, 6.
κτήνη (jumentos): Hápax en el Apoc.
Πρόβατα (ovejas): Hápax en el Apocalipsis. cfr. Mt. VII, 15.
Ἵππων (caballo): cfr. Apoc. VI, 2.4-5.8; IX, 7.9.17.19; XIV, 20; XIX, 11.14.18-19.21.
Ῥεδῶν (carrozas): Hápax absoluto.
Σωμάτων (cuerpos): Hápax en el Apocalipsis.
ψυχὰς (almas): cfr. Apoc. VI, 9; VIII, 9; XII, 11; XVI, 3; XVIII, 14; XX, 4.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “Σωμάτων (cuerpos): esclavos. Ψυχὰς ἀνθρώπων: almas de hombres; tal vez hay que leer: cuerpos, incluso almas de hombres; notar en la enumeración el paso del genitivo al acusativo en dos oportunidades”.
Allo: “Remarcar el pasaje del genitivo al acusativo, πᾶν ξύλον (toda madera); estas palabras podrían ser el régimen directo de ἀγοράζει (compra), coordenado con γόμον (cargamentos)[1]”.
Concordancias:
Ez. XXVII, 1-25: “Fuéme dirigida la palabra de Jehová, en estos términos: Tú, hijo de hombre, canta sobre Tiro una elegía; y di a Tiro: Oh tú que estás sentada a la entrada del mar y comerciabas con los pueblos de muchas costas, así dice Jehová, el Señor: Tiro, tú decías: "Yo soy de perfecta belleza." Tus dominios están en el corazón del piélago; tus constructores hicieron perfecta tu hermosura. De los abetos de Sanir fabricaron toda tu armazón; para hacer tu mástil tomaron un cedro del Líbano, de las encinas de Basán hicieron tus remos; labraron tus bancos de marfil con incrustaciones de madera de boj, traída de las islas de Kitim. De lino recamado de Egipto eran tus velas, que te servían de bandera; jacinto y purpura de las islas de Elisa formaban tu toldo. Los habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros, y tus sabios que estaban en tí, oh Tiro, te servían de pilotos. Los ancianos y los más peritos de Gebal te asistían para reparar tus hendiduras; todas las naves del mar, con sus marineros, estaban a tu servicio para el intercambio de tus mercaderías. En tu ejército servían como guerreros tuyos los hombres de Persia, de Lidia y de Libia, que colgaron en tí sus escudos y morriones; y ellos te dieron esplendor. Los hijos de Arvad y tu ejército, velaban sobre tus muros en todo tu contorno; y los de Gamad que estaban en tus torres, colgaban sus escudos alrededor de tus muros, coronando tu belleza. Tarsis traficaba contigo porque en tí había abundancia de toda suerte de riqueza; con plata, hierro, estaño y plomo pagaban tus mercaderías. Javán, Tubal y Mosoc comerciaban contigo; traían a sus mercados esclavos y objetos de bronce. Los de la casa de Togorma te daban a trueque de tus mercancías caballos, corceles y mulos. Los hijos de Dedán hacían negocios contigo; muchas islas formaban tu clientela; te daban en cambio colmillos de marfil y ébano. Siria ejercía el comercio contigo, a causa de la multitud de tus productos; cambiaban tus mercaderías por carbunclo, púrpura, obra recamada, lino fino, corales y rubíes. Judá y la tierra de Israel eran tus clientes, llevaban a tus mercados trigo de Minit, perfumes, miel, aceite, y bálsamo. Damasco tenía intercambio contigo, (pagándote) la abundancia de tus productos y la multitud de todas tus riquezas con vino de Helbón y lana de Sáhar. Vedán y Javán de Uzal daban por tus mercaderías hierro labrado; casia y caña aromática había en tus mercados. Dedán te vendía sillas de montar; Arabia y todos los príncipes de Cedar mantenían tráfico contigo, dándote en cambio corderos, carneros y machos cabríos. Los mercaderes de Sabá y de Ramá comerciaban contigo; con los más exquisitos aromas, con toda suerte de piedras preciosas y con oro pagaban ellos tus manufacturas. Harán, Cané y Edén, los comerciantes de Sabá, Asiria y Quelmad traficaban contigo; te vendían objetos de lujo y mantos de jacinto recamado; tapices de diversos colores, liados con cuerdas fuertes, se hallaban entre tus mercaderías. Las naves de Tarsis eran tus intermediarios para (mantener) tu tráfico. Así te henchiste y te hiciste muy gloriosa en medio del mar”.
Comentario:
Notar que mucho de lo que aquí se detalla aparece en XVII, 4, donde se dice que Babilonia “estaba vestida de”. Ergo, esta frase parece indicar el comercio de todas estas mercancías.
Straubinger: “Cuerpos y almas: Tremendo tráfico que recuerda el de Tiro con los esclavos (Ez. XXVII, 13), pero al que se añade aquí el de las almas”.
Caballero Sánchez: “La perspectiva de los “sabios” es ridícula. Según ellos, el Vidente prevé que con la caída de Roma pagana no subsiste ya mercado en el mundo donde los proveedores de ella puedan financiar sus productos… ¿quién puede creer que para decirnos una cosa tan ficticia e insignificante el Espíritu Santo ha llenado una página del Apocalipsis…?”.
Crampon: “Cuerpos y almas de hombres: esclavos. Cfr. Gén. XXXVI, 6”.
Gelin: “La palabra σωμα (cuerpos) es la designación técnica de “esclavo”. Un traficante de esclavos se llamaba “somatemporos”.
Alápide: “Et mancipiorum: en el griego Σωμάτων, esto es de los cuerpos. Así se llamaban los siervos; en cambio los libres se llamaban ψυχαὶ, esto es almas”.
Sales: “… puede ser que la palabra alma de hombre aluda a los hombres libres y que los cuerpos aludan a los esclavos”.
Fillion: “La lista se cierra por los esclavos, que designan dos expresiones distintas: mancipiorum (literalmente en griego cuerpos) et animarum… La segunda está tomada de Éx. XXVII, 13 según el hebreo y los LXX. Ambos son clásicos en este sentido”.
Lee (citado pro Garland): “Los artículos se dividen en siete categorías: 1) Mercancías preciosas (oro, plata, piedras preciosas, perlas); 2) Material para vestidos valiosos (lino fino, púrpura, seda y escarlata); 3) Materiales de muebles caros (leño aromático, vaso de marfil, de leño preciosísimo, bronce, hierro, mármol); 4) Especias preciosas (cinamomo, amomo, perfumes, mirra e incienso); 5) Artículos comestibles (vino, aceite, flor de harina y trigo); 6) Mercancías para uso agrícola y doméstico (jumentos, ovejas, caballos y carrozas); 7) Tráfico de personas (cuerpos y almas de hombres)”.
Garland: “Cuerpos y almas de hombres es σωμάτων, καὶ ψυχὰς ἀνθρώπων. Sin dudas esto se refiere a la antigua práctica de la esclavitud que no será abolida sino en el Milenio (Ex. XXI, 16; Deut. XXIV, 7; XXVIII, 68; Neh. V, 4-8; I Tim. I, 10). “Cuerpos” es un modismo griego que significa esclavos (Gén. XXXVI, 6), mientras que “almas de hombres” significa esencialmente lo mismo que cuerpos (esclavos). Así, la expresión quiere decir “esclavos, esto es, seres humanos” (Johnson). El καὶ que separa las dos expresiones significa “incluso”, tal como sucede frecuentemente en este libro, y la segunda expresión es una repetición de cuerpos (Thomas). Tiro también traficó esclavos: “Javán, Tubal y Mosoc comerciaban contigo; traían a sus mercados esclavos y objetos de bronce” (Ez. XXVII, 13)”.
Charles: “Esclavos y Almas de hombres son aquí sinónimos”.
Charles: “La mayoría (de los artículos mencionados) se encuentran en las importaciones de Tiro: Ez. XXVVI, 12-24, esto es: oro, plata, piedras preciosas, lino fino, púrpura, bronce, hierro, todas las especias, aceite, trigo, jumentos, ovejas, caballos y almas de hombres”.
Iglesias: “En el texto griego la lista de productos de lujo importados por Roma está tejida por la conjunción kaí (“y”) repetida 28 veces, y ordenada por sectores comerciales o de mercado”.
San Beda: “Las figuras de metales pertenecen a la vista, los perfumes al olfato, los ungüentos al tacto, el vino, el trigo y el aceite al gusto. Además, mencionan las bestias de carga y a los esclavos, y se quejan de que perezcan otras ayudas humanitarias”.
Bauckham: “Ciertamente no es casualidad que la lista de cargamentos que Babilonia (Roma) importa de 'los mercaderes de la tierra' comprenda veintiocho (4 X 7) artículos. Se enumeran como representativos de todos los productos del mundo entero”.
[1] Lo que dice después Allo sobre el paso al genitivo en el v. 13 se puede explicar si se supone otro γόμον (cargamentos) antes de Ἵππων (caballos).