6. Y abrió su boca para blasfemias contra Dios, para blasfemar su Nombre
y su Tabernáculo: los que en el cielo tienden sus tabernáculos.
Concordancias:
ἤνοιξεν (abrió):
cfr. Apoc. III, 7-8.20; IV, 1; V, 2-5.9; VI, 1.3.5.7.9.12;
VIII, 1; IX, 2; X, 2.8; XI, 19; XII, 16; XV, 5; XIX, 11; XX, 12.
Στόμα (boca): cfr. Mt. IV, 4; XV, 11.17-18; II Tes. II, 8; Apoc.
I, 16; II, 16; III, 16; XIX, 15.21 (Verbo); IX, 17-19 (sexta
Trompeta); XI, 5 (dos Testigos); XII, 16 (suelo); XII, 15
(serpiente); XIII, 2.5 (Bestia); XIV, 5 (144.000 sellados); XVI,
13 (Dragón - Bestia del Mar – Falso Profeta).
βλασφημίας (blasfemias): cfr. Apoc. II, 9; XIII, 1.5; XVII, 3.
βλασφημῆσαι (blasfemar):
cfr. Mt. XXVII, 39; Mc. III, 28-29; XV, 29; Lc. XII, 10; XXII, 65;
XXIII, 39; II Ped. II, 10.12; Jud. I, 8.10;
Apoc. XVI, 9.11.21.
Ὄνομά (nombre): cfr. Apoc. II, 3.13.17; III, 1.4-5.8.12; VI, 8;
VIII, 11; IX, 11; XI, 13.18; XIII, 1.8.17; XIV, 1.11; XV, 2.4; XVI, 9;
XVII, 3.5.8; XIX, 12-13.16; XXI, 12.14; XXII, 4.
Σκηνὴν (tabernáculo): cfr. Mt. XVII, 4; Mc. IX, 5; Lc. IX, 33; XVI, 9; Hech. VII, 44; XV, 16;
Heb. VIII, 2.5; IX, 2-3.6.8.11.21; XI, 9; XIII, 10; Apoc. XV, 5; XXI, 3.
οὐρανῷ (cielo):
cfr. Mt. V, 34; XXIII, 21-22; Hech. VII,
49; Apoc. III, 12; IV, 2; V, 3.13; VIII, 1; X, 1.4-6.8; XI, 12-13.15.19; XII,
1.3.7.8.10.12; XIV, 2.13.17; XV, 1.5; XVI, 11.21; XVIII, 1.4-5.20; XIX,
1.14; XX, 1.9.11; XXI, 2.10.
Σκηνοῦντας (tienden
sus tabernáculos): cfr. Jn. I,
14; Apoc. VII, 15; XII, 12; XXI, 3. Ver Apoc. XVIII, 20 donde los que tienden los tabernáculos en los
cielos parecen identificarse con los Santos, Apóstoles y Profetas.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “σκηνοῦντας:
habitantes; aposición de σκηνὴν (tabernáculo)”.
Citas Bíblicas:
XII, 12: “A causa de esto ¡alegráos cielos y (¿esto es?) los que en ellos tendéis los tabernáculos! ¡Ay de la tierra y del mar porque descendió el diablo (el Calumniador) a vosotros, teniendo
furor grande, sabiendo que poco tiempo tiene!”.
XIII, 6: “Y abrió su boca para blasfemias
contra Dios, para blasfemar su Nombre y su Tabernáculo: los
que en el cielo tienden sus tabernáculos”.
XVIII, 20: “¡Alégrate sobre ella, cielo y (¿esto es?) los santos y los apóstoles y los profetas, pues ha juzgado Dios vuestro juicio contra ella!”.
Comentario:
Es
decir: el Tabernáculo de Dios es el
Templo Celeste que está formado por los Santos (recordar el premio al vencedor
de la iglesia de Filadelfia: “El que venciere, lo haré columna en el
santuario de mi Dios y no saldrá más y escribiré sobre él el nombre de
mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la que
desciende del cielo desde mi Dios y mi nombre, el nuevo”). Los que moran en
este Templo son llamados “los que tienden su tabernáculo en el cielo” y son los
que forman la Jerusalén Celeste que descenderá del Cielo.
“Los
que tienden sus tabernáculos en el cielo” se oponen a “los habitantes de la tierra”.
Straubinger: “Los que habitan en el cielo: cf. VI, 9 ss.; VII, 14 s. Mas la
victoria final será de éstos (XI, 15; XIX, 20)”.
Fillion:
“Teniendo los plenos poderes de parte de Satán, la Bestia pone manos a la obra.
El objeto de su odio fanático es, antes que nada, Dios mismo, su nombre sacro, su
templo celeste (tabernaculum…), junto con todos los habitantes del cielo
(habitant: el griego σκηνοῦντας trae a la memoria la imagen de una
tienda, como más arriba en XII, 12, etc)”.
Sales: “Se observa cómo lo que San Juan dice de la Bestia
corresponde perfectamente a lo que Daniel dice del último cuerno (VII, 24-26), lo
que demuestra que las dos profecías se refieren al mismo suceso, y ambas conciernen
a la persecución del Anticristo”.
Charles: “Es posible que nuestro autor, por τὴν σκηνὴν αὐτο
(su Tabernáculo) signifique “Su
Shekinah”.
Iglesias: “Su tabernáculo:
su “Tienda del encuentro” (Ex. XXXIII, 7-11), su morada”.