§ VI
DOCTORES LLAMADOS ÉMORAIM. ORIGEN DE LA GUEMARÁ
Pocos años después de la muerte de Rabí Judá y sus seguidores inmediatos, comenzó una nueva serie de maestros de la Ley Mosaica, conocidos como émoraïm (narradores, disputadores). Explicaban y desarrollaban, en lecciones públicas, todos los pasajes de la Misná que lo necesitaban. Sus enseñanzas están registradas en la Guemará, al igual que las de los tanaítas fueron registradas en la Misná.
GUEMARÁ DE JERUSALÉN
La primera colección de este tipo fue el Talmud (o más bien la Guemará) de Jerusalén, una compilación debida a R. Yohhanan, hijo de Elizer, que la terminó, según el cálculo más probable, en el 279 d.C., en el año de su muerte, después de haber sido durante ochenta años rector de la academia de Tierra Santa. En su juventud había oído las lecciones de R. Judá el Nâci.
Esta Guemará se llama jerosolimitana, porque fue escrita en Judea, especialmente para el uso de los judíos que vivían en tierra santa. Su dialecto es el siro-jerosolimitano, más avanzado y moderno que el del Zohar.
La Guemará de Jerusalén sólo explica los siguientes tratados de la Misná; al menos esta es la parte que ha llegado hasta nosotros.
1. Del primer orden, los tratados Berahhot, Peâ, Demaï, Kilaïm, Schebiit, Therumot, Maaserot, Maaser-Schêni, Ehalla, Orla, Biccurim.
2. Del segundo orden, los tratados Schabbat, Erubin, Pesahhim, Hhaghiga, Bêtza, Moèd-Katon, Rosch-Hasschana, Yoma, Succa, Thaanit, Schekalim, Meghilla.
3. Del tercer orden, todos los tratados.
4. Del cuarto orden, los tratados Baba-Kamma, Baba-Metzia, Baba-Batra, Sanedrín, Maccot, Schebuot, Abboda-Zara, Horiot.
5. De quinto orden, ningún tratado.
6. Del sexto orden, el único tratado Nidda. Normalmente se imprime junto con los tratados de cuarto orden.
La Guemará de Jerusalén, desde su aparición hasta la actualidad, nunca ha tenido gran éxito entre los judíos. No se ha difundido mucho, tanto por su insuficiencia como por ser demasiado obscura y estar escrita en una lengua difícil, casi ininteligible para los judíos que en aquella época estaban establecidos fuera de la tierra santa y que formaban la gran mayoría de la nación. Incluso hoy en día, los ejemplares son raros. Sólo conocemos dos ediciones completas, cada una de ellas en un solo volumen in-fol.; la de Daniel Bomberg de Venecia, de mediados del siglo XVI, y la de Cracovia, de principios del siglo siguiente. En Italia y Alemania también se imprimieron órdenes o, al menos, tratados separados.
Los rabinos profesan un gran respeto por el Talmud de Jerusalén, pero rara vez lo consultan.
GUEMARÁ DE BABILONIA