APENDICES
I
LAS PROFECIAS
¡Está cumplido! Hasta que El venga ¡Hechas están!
Jn.
XIX, 30 I Cor. XI, 26 Apoc. XXI, 6.
Al frente del libro está escrito de mí
Sal. XL, 8.
Supongamos que tenemos en nuestras manos uno de esos
rollos que se usan hoy día en las sinagogas. Tal como lo hizo Jesús en Nazaret
(Lc. IV, 17), desenrollemos el pergamino y leamos.
Jesús dijo al morir: "¡Está cumplido!”.
Enseguida
desenrollemos la otra parte del rollo y leamos las PROFECIAS SOBRE LA SEGUNDA
VENIDA. Al final del último libro de la Biblia, en el Apocalipsis, oiremos a
Jesús — para quien el futuro es ya presente — afirmar la plena realización:
"Hechas están".
Entre las dos partes del rollo hay un espacio en
blanco…, es nuestro tiempo, es el tiempo de la Iglesia, el tiempo de la espera…
"hasta que El venga".
¿CREEMOS realmente
en el cumplimiento de las profecías, de las que se realizaron con la primera
venida de Jesús?
¿Esperamos
realmente el cumplimiento de las profecías, de aquellas en que se realiza la
vuelta de Jesús?
Coloquémonos por lo menos una vez en nuestra vida
frente a las fuentes maravillosas que nos ofrece la Iglesia, — por medio de la
Biblia — para desarrollar nuestra fe y nuestra esperanza.
¿Hemos bebido en esas fuentes?
Reflexionemos sobre este pasaje del Evangelio:
Cuando María llevaba a Jesús en su seno, — y sin verlo
todavía, — Isabel le dice: " Y bienaventurada la que creyó, porque tendrá cumplimiento lo que se
le dijo de parte del Señor” (Lc. I, 45).
Del mismo modo se
cumplirán un día todas las cosas dichas de parte del Señor, por los profetas y
los Apóstoles relativas al Retorno y al Reino de Jesucristo, nuestro Salvador.
Entonces,
felices aquellos que, al ver todas estas cosas, podrán decir, como San Mateo al
fin de su Evangelio: "Todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron
los profetas" (Mt. XXVI, 56).
***
A fin de permitir al lector darse cuenta de la
importancia de la profecía en las Escrituras, hemos confeccionado una lista de
los anuncios de la primera y de la segunda Venida de Cristo, relacionando
siempre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Creemos que un conjunto semejante no podrá dejar
indiferente a ningún cristiano.
La lista de las profecías de la primera venida —realizadas a la letra — ha sido confeccionada
con las referencias mismas de los Evangelios, a fin de evitar cualquier duda en
los que creen en su inspiración.
Algunas profecías de la Primera Venida, como por
ejemplo la del Gén. III, 15, no se han incluido por no hallarse citadas en el
Nuevo Testamento.
En cuanto a las profecías sobre la Segunda Venida de
Jesús, no pretendemos haber hecho una lista completa, ni haberlas colocado en
el orden en que se cumplirán.
Un gran misterio, queramos o no, se cierne sobre la
manera de desarrollar el Rollo del Libro en el "Día del Señor".
Esta confrontación entre las profecías del Antiguo y
del Nuevo Testamento son sobre todo el resultado de nuestros estudios
anteriores y personales sobre la Biblia. No los hemos agotado y pueden ser citados
aún muchos otros textos.