lunes, 26 de mayo de 2025

Algunas notas a Apocalipsis XXI, 17

17. Y midió su muro: ciento cuarenta y cuatro codos, medida de hombre, la que es de ángel.

 

Concordancias:

 Ἐμέτρησεν (midió): cfr. Apoc. XI, 1-2; XXI, 15-16.

 Τεῖχος (muro): cfr. Apoc. XXI, 12.14-15.18-19. Ver Hech. IX, 25; II Cor. XI, 33; Heb. XI, 30.

 ἑκατὸν τεσσεράκοντα τεσσάρων (ciento cuarenta y cuatro): Ver Apoc. VII, 4; XIV, 1.3.

 πηχῶν (codos): Hápax en el Apoc.

 Μέτρον (medida): cfr. Apoc. XXI, 15.

 

Notas Lingüísticas:

Zerwick: ὅ ἐστιν = esto es (!?)”.

 

Comentario:

 1 Codo = 0, 45 m. aprox.

 144 codos = unos 70 mts.

 Allo: Μέτρον ἀνθρώπου (medida de hombre): cfr. XIII, 18: “ἀριθμὸς γὰρ ἀνθρώπου (cifra de hombre).

 Bover: “Empleada por el ángel”.

 Straubinger: “Que es (también medida) de ángel”.

 Wikenhauser: “Según la medida humana, que era la del ángel”.

 Wikenhauser: “En contraste con la altura imponente de la ciudad, la de los muros es realmente modesta: 144 codos, que equivalen a unos 75 metros. El número 144 es, una vez más, el cuadrado de 12. Esta desproporción parece dar a entender que los muros no se consideran como defensa de la ciudad, sino como límite que separa del resto del país”.

 Mac Arthur – Mills – Morris (citados por Garland): “Puesto que se dice que el muro es “grande y alto” (XXI, 12) y la ciudad es de una altura inmensa, muy probablemente esta dimensión es de la anchura”.

 Alápide: “Mensus est”, a saber, la altura del muro. Pues que en longitud y en latitud era igual, y que tenía tres mil estadios consta por lo dicho en el v. 16. Allí dijo que todo el ámbito del muro y de la ciudad contiene doce mil estadios, y que además la ciudad es cuadrada, con los cuatro lados iguales. De aquí se sigue que el lado de la ciudad, tanto de longitud como de latitud, es de tres mil estadios. Los muros de Babilonia tenían doscientos codos de altura”.

 Fillion: “La frase mensura… quae… significa simplemente que las dimensiones que acaban de ser notadas deben ser tomadas según los cálculos ordinarios del hombre, aunque hayan sido hechos por un ángel. Más arriba, en XIII, 18b hemos encontrado una expresión similar”.

 Jünemann: “La medida que usó el ángel era de hombre, medida común”.

 Swete: “Los muros de la ciudad no son para defensa, pues ya no hay más enemigos. Is. LIV, 14”.

 Calmet: “Medida de hombre, la que es de ángel: es decir, que el ángel se servía de codos y medidas ordinarias en toda esta medición. Es una observación necesaria, a fin de que nadie se imagine que los codos y estadios de los que habla, son distintas a las que conocemos”.