13. a oriente puertas tres y a septentrión puertas tres y a mediodía puertas tres y a occidente puertas tres.
Concordancias:
Ἀνατολῆς (oriente): cfr. Mt. II, 1-2.9; VIII, 11; XXIV, 27; Mc. XVI, 20; Lc. I, 78; XIII, 29; Apoc. VII, 2; XVI, 12.
Πυλῶνας (puertas): cfr. Apoc. XXI, 12.15.21.25; XXII, 14.
Βορρᾶ (septentrión): Hápax en el Apoc. Ver Lc. XIII, 29.
Νότου (mediodía): Hápax en el Apoc. Ver Lc. XIII, 29.
Δυσμῶν (occidente): Hápax en el Apoc. Ver Mt. VIII, 11; Lc. XIII, 29.
Notas Lingüísticas:
Allo: “ἀπὸ (quien traduce del lado de) marca la dirección”.
Comentario:
Al Septentrión: Dan, Aser, Neftalí.
Al Oriente: Judá, Isacar, Zabulón.
Al Mediodía: Rubén, Simeón, Gad.
Al Occidente: Efraín, Manasés, Benjamín.
Sin embargo, en Ez. XLVIII, 30 ss la división es otra:
Al Septentrión: Rubén, Judá, Leví.
Al Oriente: José, Benjamín, Dan.
Al Mediodía: Simeón, Isacar, Zabulón.
Al Occidente: Gad, Aser, Neftalí.
Bartina: “Se describe la disposición de las puertas en función de los puntos cardinales. El semita se orientaba, según el sentido propio de la palabra, por la salida del sol. Oriente y occidente se designan por los fenómenos astronómicos (Ἀνατολῆς - Δυσμῶν); el norte y el sur, por nombres de vientos: el bóreas o tramontana (Βορρᾶ) y el noto o austro (Νότου). La preposición ἀπὸ puede tener subyacente el sentido de la partícula afín hebrea min, que puede traducirse no solamente por de o desde, sino también por hacia, como parece exigirse aquí”.
Scío: “Hace San Juan aquí la distribución y el número de puertas, a semejanza del campamento de los israelitas en el desierto, Núm. II, 2”.
Biblia de Sacy: “Parece que San Juan tuvo en vista el campamento de los Israelitas alrededor del tabernáculo, el cual es descrito por Moisés en el libro de los Números; pues parece que su campamento era de forma cuadrada, como la ciudad que San Juan representa aquí. Estaba dividida en cuatro partes, cada una de las cuales estaba formada por tres tribus, y dispuestas hacia una de las cuatro partes del mundo, tal como están las puertas de la ciudad que describe Ezequiel”.
Calmet: “La ciudad era cuadrada y estaba orientada hacia las cuatro partes del mundo. De cada uno de sus costados tenía tres puertas a la misma distancia entre ellas. Es muy posible que los nombres de las puertas y la disposición de las tribus eran las mismas que las que se señalaban en el campamento de Israel en el desierto (Núm. II). Al oriente estaban: Judá, Isacar y Zabulón; al sur, Rubén, Simeón y Gad; al oeste, Efraín, Manasés y Benjamín; al norte, Dan, Aser y Neftalí. Compárese esta ciudad de San Juan con la de Ez. XLVII, 30 ss”.
14. Y el muro de la ciudad, teniendo fundamentos doce y sobre ellos doce
nombres, de los doce apóstoles del Cordero.
Concordancias:
Τεῖχος (muro): cfr. Apoc. XXI, 12.15.17-19. Ver Hech. IX, 25; II Cor. XI, 33; Heb. XI, 30.
Τῆς πόλεως (de la ciudad): cfr. Mt. IV, 5; XXI, 10.18; XXII, 7; XXVI, 18; XXVII, 53; XXVIII, 11; Mc. XI, 19; XIV, 13.16; Lc. XIX, 41; XXII, 10; XXIII, 19; XXIV, 49; Jn. XIX, -20; Hech. IV, 27; VII, 58; XII, 10; XXI, 29-30; XXII, 3; XXIV, 12; Apoc. III, 12; XI, 2.8.13; XIV, 20; XVI, 19; XVII, 18; XVIII, 10.16.18-19.21; XX, 9; XXI, 2.10.15-16.18-19.21.23; XXII, 14.19. Ver Heb. XI, 10.16; XII, 22; XIII, 14.
Θεμελίους (fundamentos): cfr. Lc. VI, 48-49; Ef. II, 20; Heb. XI, 10; Apoc. XXI, 19. Ver Lc. XIV, 29.
Δώδεκα (doce): cfr. Mt. XIX, 28; Hech. VII, 8; Sant. I, 1; Apoc. XXII, 1; XXI, 12.16.21; XXII, 2.
Ὀνόματα (nombres): cfr. Apoc. II, 3.13.17; III, 1.4-5.8.12; VI, 8; VIII, 11; IX, 11; XI, 13.18; XIII, 1.6.8.17; XIV, 1.11; XV, 2.4; XVI, 9; XVII, 3.5.8; XIX, 12-13.16; XXI, 12; XXII, 4.
Τῶν δώδεκα ἀποστόλων (de los doce Apóstoles): cfr. Mt. X, 2; Mc. III, 14; Lc. VI, 13; XXII, 14; II Cor. XI, 5.13; XII, 11-12; Apoc. XVIII, 20. Ver Apoc. II, 2.
Ἀρνίου (Cordero): cfr. Jn. XXI, 15; Apoc. V, 6.8.12-13; VI, 1.16; VII, 9-10.14.17; XII, 11; XIII, 8.11; XIV, 1.4.10; XV, 3; XVII, 14; XIX, 7.9; XXI, 9.22-23.27; XXII, 1.3.
Comentario:
Castellani: “Los “nombres” de los Doce Apóstoles son simplemente los Doce Apóstoles”.
Allo: “Estos fundamentos se suponen visibles, ya que se puede leer los nombres escritos en ellos. Se puede imaginar la muralla reposando sobre doce bases o elevada sobre doce gradas; o bien cada una de las secciones del muro, determinadas respectivamente por las doce puertas, reposa sobre un solo bloque de mampostería, que lleva el nombre de un Apóstol…”.
Alápide: “Es probable lo que piensa Alcázar, que estos doce fundamentos no dividían las partes del muro, de forma que, dividido el muro en doce partes, la primera parte del fundamento era de jaspe, la segunda de zafiro, etc., sino que un fundamento era puesto encima del otro en cada una de las partes del muro, de forma que en cada uno de los muros en el fundamento había piedra de jaspe, al cual se le agregaba el zafiro y a éste calcedonia, etc. Esto parecería exigir el v. 19 al decir: “Los fundamentos del muro de la ciudad están adornados de toda suerte de piedras preciosas: el primer fundamento es jaspe, el segundo zafiro, el tercero calcedonia, etc.”. Notar la palabra “toda”, como si dijera: “Cada uno de los fundamentos de la ciudad no tienen una piedra preciosa, sino que cada una tiene todas, o sea, doce”.