3. Y (vi) una de sus cabezas como degollada para muerte y la plaga de su muerte se curó y maravillóse toda la tierra detrás de la Bestia.
Concordancias:
κεφαλῶν (cabeza):
cfr. Apoc. I, 14; IV, 4; IX, 7.17.19; X, 1; XII, 1.3; XIII,
1; XIV, 14; XVII, 3.7.9; XVIII, 19; XIX, 12.
ἐσφαγμένην (degollada): cfr. I Jn. III, 12; Apoc. V, 6.9.12; VI, 4.9; XIII, 8; XVIII, 24.
θάνατον - θανάτου (muerte): cfr. Apoc. I, 18; IX, 6 (?); XX, 13.14 (muerte y hades); II, 11; XX, 6; XXI, 8 (segunda muerte); II, 23; VI, 8; XVIII, 8 (?) (peste); II, 10; XI, 17; XIII, 12; XXI, 4 (muerte).
πληγὴ (plaga): cfr. Lc. X, 30; XII, 48; Apoc. IX, 18.20; XI, 6; XIII, 12.14; XV, 1.6.8; XVI, 9.21; XVIII, 4.8; XXI, 9; XXII, 18.
ἐθεραπεύθη (se curó): cfr. Apoc. XIII, 12.
ἐθαυμάσθη (se maravilló): cfr. Jud. I, 16; Apoc. XVII, 6-8.
ὅλη (toda): cfr. Apoc. III, 10; VI, 12; XII, 9; XVI, 14.
γῆ (tierra): cfr. Apoc. I, 5.7; III, 10; V, 3.6.10.13; VI, 4.8.10.13.15; VII, 1-3; VIII, 5.7.13; IX 1.3-4; X, 2.5-6.8; XI, 4.6.10.18; XII, 4.9.12-13.16; XIII, 8.11-14; XIV, 3.6-7; 15-16.18-19; XVI, 1-2.18; XVII, 2.5.8.18; XVIII, 1.3.9.11.23-24; XIX, 2.19; XX, 8-9.11; XXI, 1.24.
ὀπίσω (detrás): cfr. Apoc. I, 10; XII, 15.
θηρίον (Bestia): cfr. Apoc. XI, 7; XIII, 1.2-4.11-12.14-15.17-18; XIV, 9.11; XV, 2; XVI, 2.10.13; XVII, 3.7-8.11-13.16-17; XIX, 19-20; XX, 4.10. Ver Apoc. VI, 8; XVIII, 2.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: “μίαν (acusativo) parecería depender de εἶδον (y vi, v. 2)”.
Jünemann: “Y vi una de sus cabezas…”.
Zerwick: “ἡ πληγὴ τοῦ θανάτου αὐτοῦ (la plaga de su muerte) es un hebraísmo que significa “su plaga mortal”.
αὐτοῦ (sus): gen., neutro, 3 persona singular. Depende de “cabezas” que es gen., fem., 3 persona plural.
Comentario:
En XIII, 14 se dice que la plaga es de “espada” y en IX, 18, que esde “fuego, humo y azufre”.
Al comparar este versículo con XVII, 8: “La Bestia que has visto, era y no es y va a subir del abismo y a perdición ir; y se maravillarán los que habitan sobre la tierra (de los que no está escrito el nombre en el libro de la vida, desde la fundación del mundo), viendo la Bestia, que era y no es y estará presente”.
Podemos sacar en limpio dos cosas:
1) Cuando el texto dice “toda la tierra” parece referirse a “los habitantes de la tierra”, que en un primer momento se postran ante la Bestia (XIII, 4) y luego la Bestia de la Tierra hace que adoren a la del Mar (XIII, 8.12.14; XIV, 9-11).
2) El golpe mortal del cual fue sanada la Bestia parece estar relacionado con “era y ahora no es y reaparecerá”.
Esta plaga sería la sexta Trompeta: IX, 18 ss.
Allo: “ἐσφαγμένην, contraparte del Cordero “como degollado”, V, 6; cfr. XIII, 14; XVII, 11”.
Allo: “Siendo la Bestia, bajo un aspecto, la caricatura del Cordero-León, esta herida y curación se relacionan intencionalmente con la pasión y resurrección de Cristo, por el uso del mismo participio (ἐσφαγμένην); puede también compararse la resurrección de los dos Testigos (XI, 11-12). Más tarde, la herida y curación serán atribuidas, no a una sóla cabeza, sino a la Bestia misma (XIII, 12.14)…”.
Este último dato prueba la identidad entre ambas, vale decir, lo importante en la Bestia es esta (octava) cabeza. Las demás han caído.
Wikenhauser: “Una de las cabezas de la Bestia está “como herida de muerte”, es decir, recibió una herida de espada (v. 14), pero la llaga ha sanado y la fiera ha vuelto a la vida”.
Iglesias: “Como Anticristo, la Bestia quiere remedar al Cordero inmolado, hasta en esa herida mortal (¿desgracias del Imperio romano?) que cura Satanás”.
Ticonio: “Y toda la tierra, admirada, siguió a la Bestia… Por “tierra” se refiere a aquellos que son terrenos, los que desean seguirle y adorarle, es decir, aquellos que en el Anticrsito adoraron al Dragón, como una imagen del diablo”.
Drach: “Y la plaga de su muerte se curó: La frase precedente dice claramente que no se trata aquí de una verdadera muerte seguida de una resurrección, sino de la curación de una plaga mortal. El v. 4 indica suficientemente que esta curación es hecha por la Bestia ayudada por el Dragón; y que tuvo lugar de una manera tan maravillosa, de forma de excitar la admiración descripta por las palabras finales de este versículo”.
Ramos García (Apoc.): “La herida mortal es inflingida por los cuatro ángeles bajo la sexta tuba y deja de reinar allí (Roma), pero luego es curada de su herida”.
Ramos García (Apoc.): “La Bestia está compuesta de un organismo entero (Persona Moral) que tiene una cabeza muy insigne (quinta) que es el Anticristo (Persona Física). El nombre Bestia se da a todo el organismo y también al Anticristo”.
Bauckham: “La estrecha relación entre V, 9 y XIII, 7 es parte de un patrón
deliberado de paralelos irónicos entre la conquista del Cordero y la de la
bestia. Juan ve al Cordero "como degollado"
(V, 6) y una de las cabezas de la bestia “como degollada”, XIII, 3) El Cordero
ha conquistado (V, 5); a la bestia se le permitió conquistar a los
santos (XIII, 7). La conquista del Cordero mediante su muerte conduce a la adoración
de Dios y del Cordero por parte de toda criatura (V, 13); la recuperación de la
bestia de su herida mortal conduce a la adoración del dragón y de la bestia por
parte de todo el mundo (XIII, 3-4.8). El Cordero ha rescatado a personas de
toda tribu y lengua y pueblo y nación, para hacerles un reino (V, 9-10); a
la bestia se le permite gobernar sobre toda tribu y pueblo y lengua y nación
(XIII, 7). El paralelismo irónico entre el Cordero y la bestia es
especialmente agudo en XIII, 7, donde los santos a los que se permite
conquistar a la bestia (XIII, 7a) son, por supuesto, precisamente aquellos a
los que la conquista del Cordero había ganado de toda tribu y lengua y pueblo y
nación (V, 9), y la conquista de la bestia está estrechamente vinculada a
la autoridad que se le permite ejercer sobre toda tribu y pueblo y lengua y
nación (XIII, 7b)”.