4. Y yo lloraba mucho, porque nadie digno fue hallado de abrir el libro ni
de verlo.
Comentario:
Fillion:
“Ego”, pronombre acentuado”.
San Juan
llora porque conoce la importancia de lo escrito en el libro.
5. Y uno de los Ancianos me dijo: “Deja de llorar: he aquí ha vencido el león,
el de la tribu de Judá, la raíz de David, para abrir el libro y sus siete sellos”.
Notas Lingüísticas:
Zerwick:
"Μὴ κλαῖε: deja de llorar".
Zerwick:
"ἀνοῖξαι:
infinitivo final consecutivo: venció (de forma) que pueda…".
Zerwick
(Graecitas, n. 246): "En la prohibición
parecería que vale la ley: Μὴ con imperativo presente prohíbe la continuación
de la acción, Μὴ
con conjuntivo aoristo prohíbe la acción futura".
Comentario:
Straubinger:
“El León de la tribu de Judá: Cristo, como hijo de David de la
tribu de Judá. Véase la profecía
de Jacob acerca de Judá en Gen. XLIX, 9 y las notas a Ez. XXI, 27 y Am. III, 4. La raíz de
David (XXII, 16): título también mesiánico, tomado de Is. XI, 10. Cfr. Rom.
XV, 12; Ef. I, 10; Apoc. XI, 15; Sal. XCV-XCIX”.
Eyzaguirre:
“Notemos que el Cordero Víctima, del cual se habla en el versículo siguiente es
presentado aquí con las dos características del poder
real: como león de la tribu de Judá
y como raíz de David,
prácticamente lo mismo que el Ángel Gabriel
le prometió a la Virgen María
sobre Jesús:
“y el Señor Dios le dará el trono
de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob por los siglos (Lc. I, 32
s)”. Cfr. Apoc. XVII, 14 e Is. XVI,
1.
Alápide:
"Cristo aparece acá a Juan en especie de cordero inmolado, como se ve en
el versículo siguiente; ergo no apareció en especie de león: se dice, sin
embargo, de león metafóricamente".
Fillion: “Uno
de... en dos oportunidades uno de los
ancianos da a San Juan explicaciones interesantes. Cfr. VII, 13”.
(En ambos casos la explicación es sobre lo que
sucede en el cielo).