10. caerán los veinticuatro Ancianos ante el sentado sobre el trono y se postrarán
ante el Viviente por los siglos de los siglos y arrojarán sus coronas ante el
trono, diciendo:
Notas Lingüísticas:
Πεσοῦνται (caerán), προσκυνήσουσιν (se
postrarán) y βαλοῦσιν (arrojarán): está todo en futuro. Cfr. Zerwick,
Graecitas n. 28 y Abel, Grammaire,
n. 68 c.
Zerwick: "βαλοῦσιν: deponen, arrojan (en
griego a menudo sin connotación alguna de violencia)".
Comentario:
Los 24 Ancianos se postran ante Dios en V, 8.14; XI, 16 y XIX, 4.
Charles[1]: “οἱ εἴκοσι τέσσαρες πρεσβύτεροι (los
veinticuatro Ancianos): Esta concepción de un diván celestial compuesto de
veinticuatro Ancianos no se encuentra en la literatura judía. Es cierto que hay
ecos de tal concepción en III Rey. XXII,
19 ss; Job I, 6; II, 1 que representan a Dios tomando consejo con Sus
ángeles; y en Dan. IV, 17; VII, 9,
donde un cierto orden de ángeles es visto como asesores de Dios y promulgadores
de los divinos decretos. Pero un paralelo todavía más cercano se encuentra en Is. XXIV, 23:
"Reinará Yahvé en el monte Sión y en Jerusalén y delante de sus
ancianos (resplandecerá) su gloria".
Es cierto que los πρεσβύτεροι de
este pasaje han sido interpretados como las cabezas de la comunidad judía,
interpretación ya propuesta por el Targúm de Isaías (…)
¿Quiénes son estos Ancianos?
(…)
Primero veamos lo que conocemos de ellos en base a nuestro texto:
1) Se sientan en
24 tronos alrededor del Trono de Dios, IV,
4; XI, 16.
2) Usan coronas
de oro y están vestidos de blanco, IV, 4.
3) Son llamados πρεσβύτεροι (Ancianos).
4) Son 24.
5) Ocupan estos
tronos no en el Juicio Final o en la consumación del mundo, sino en el presente
y aparentemente en el pasado (¿desde la creación?).
6) El vidente se
dirige a uno de ellos en VII, 14
como Κύριέ (Señor).
7) Actúan como ángeles intérpretes, VII, 13.
8) Cumplen una función sacerdotal al presentar
las oraciones de los fieles a Dios en copas de oro, V, 8.
9) Estimulan al
vidente cuando ve en espíritu a los habitantes del cielo, V, 5.
10) Cumplen el
oficio de alabar a Dios cantando y
tocando el arpa, V, 8.14; XI, 16; XIX, 4.
Ahora bien, estos Ancianos han sido tomados como:
I) Hombres
glorificados: Así algunos los ven como representantes de las
comunidades ora judías y paganas, ora del A. y N.T., doce de ellos serían los
Patriarcas del A.T. de donde surgió la nación de Israel y doce los Apóstoles
del N.T. por medio de los cuales se fundó la Iglesia cristiana. En efecto, es
cierto que el nombre πρεσβύτεροι sugiere
en sí mismo representantes de la comunidad: Cfr. Is. XXIV, 23 y Ex. XXIV, 11.
Como representantes de toda la comunidad de creyentes pertenecería a ellos la
dignidad sacerdotal; puesto que los fieles comparten el trono de Nuestro Señor
y reinan: I, 6; III, 21; XX, 4.6; XXII,
5 (II Tim. II, 12), y usan
coronas: III, 11, es muy conveniente
que sus representantes gocen de tales privilegios reales. En la Ascensión de Isaías
la idea de coronas y tronos como recompensa de los justos es tratada repetidamente.
Tales pareceres, pues, deben haber sido ampliamente corrientes en el cristianismo
antiguo. Además, la idea de coronas como recompensa de los justos es precristiana;
ver el Test. Benj. IV, 1. Además, podría instarse que hay alguna base para la
identificación de estos Ancianos con los doce Patriarcas y los doce Apóstoles;
pues están colocados muy unidos en la descripción de la Nueva Jerusalén.
(…)
Pero se ha objetado que no hay verdadera coordinación de las Iglesias judía
y cristiana en XXI, 12.14, pues en ese caso habría 24 puertas o fundamentos.
Además, no hay en el texto la menor alusión a que los Ancianos se refieran a
personas determinadas como los Patriarcas o Apóstoles.
Pero la verdadera dificultad no descasa aquí, sino en el hecho de que los Ancianos no pueden ser hombres sino
ángeles. Esto se sigue de las características mencionadas en los puntos
5-9, los cuales debemos tratar ahora con más detalle. El vidente se dirige a
uno de ellos como Κύριέ, VII, 14, un hecho que, aunque no es concluyente, es favorable
a la natura angélica de los Ancianos. Que actúan como ángeles intérpretes, VII,
13 (Cfr. XVII, 3 y XXII, 6), es concluyente contra el hecho de que sean
humanos, pues tales deberes corresponden sólo a ángeles: Cfr. Dn. IX, 22 ss; y
lo mismo dígase con el apoyo al vidente en V, 5; cfr. Dn. X, 11.
(…)
Una vez más, el hecho
que los Ancianos se sienten en tronos antes de la consumación del Reino o
del juicio final es contrario a su natura humana. Los fieles usarán coronas
y se sentarán en tronos recién a partir de ese momento. Esto se
observa también en el judaísmo, como puede verse en un pasaje de Tanchuma, fol.
52: "En el futuro Dios se sentará y los ángeles darán sedes a los grandes
de Israel, y se sentarán. Y Dios se sentará con los Ancianos como senado
principal y juzgarán a los gentiles". A este pasaje se podría agregar Dn. VII donde los tronos son colocados
para los asesores angélicos del Altísimo.
(…)
III) Representantes angélicos de las 24 órdenes
sacerdotales. Muchos estudiosos en el pasado derivaron el número 24 de las 24
órdenes sacerdotales… pero fue Spitta el que primero reconoció en los Ancianos
a los representantes celestiales de las 24 órdenes (I Paral. XXIV,
7-18). Los jefes sacerdotales eran llamados no sólo "príncipes" (así
son designados ángeles en Dn. X, 13.20-21) y "cabezas", sino también
"ancianos del sacerdocio" (Joma I, 5) y "ancianos de la casa
paterna" (Tamid I, 1), también son llamados "príncipes de Dios"
en I Paral. XXIV, 5 (…) estos ángeles serían pues la contraparte celestial de
los jefes de las 24 órdenes sacerdotales. Como tales, ellos mismos ofrecían
sacrifico en el cielo (V, 8), presentaban las oraciones de los fieles, un
sacrifico incruento. Si, pues, esta orden de ángeles se sienta en tronos, es de
esperar que también usen coronas. Spitta también podría haber agregado que
había también 24 órdenes de levitas, I Paral. XXV, 9-31, cuyo deber era
"profetizar con cítaras, salterios y címbalos" (I Paral. XXV, 1). Este
deber es llevado a cabo por los Ancianos en V, 8. En favor de esta
interpretación se puede observar que, puesto que los arquetipos del Templo y
sus accesorios, como el altar y el arca, son representados por el vidente como
ya existentes en el cielo, es natural encontrar los arquetipos de las 24
órdenes sacerdotales también allí…".
[1] Citamos con algunas omisiones de citas, sobre
todo las de los apócrifos.