6. y delante del
trono como un mar de vidrio semejante a cristal; y en medio del trono y alrededor del
trono, cuatro Vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.
Notas Lingüísticas:
Zerwick: "ἐν
μέσῳ (en medio): ¿en medio de los cuatro costados?".
Comentario:
Flavio Josefo llama a los Querubines “vivientes alados” en Ant. Jud. 3, 6,
5.
Straubinger: “Los cuatro vivientes aparecen como
seres celestiales semejantes a aquellos que vieron los Profetas como Serafines
(Is. VI, 2 s) y Querubines (Ez. I, 5 ss). El libro de Enoc
(71, 7) añade los Ofanim”.
Allo: “No hay dudas sobre el origen de la figura de los Animales: son los Querubines de Ezequiel, combinado
con los Ofanin (ruedas) del mismo profeta y los Apócrifos (a causa de los ojos),
con los "Egrégores" o "Vigilantes" de la Tradición y los
Serafines de Isaías (las seis alas, el Trisagion).
(…)
En cuanto al “mar de vidrio” (el vidrio era entonces una materia
preciosa, cfr. Job XXVIII, 17) es evidentemente el firmamento, las
“aguas superiores”, el océano celeste del Test. Levi según las ideas
cosmológicas antiguas; forman como el parqué del templo celestial sobre el
que reposa el trono de Dios”.
(…)
“En su primer sentido los cuatro animales son, pues, ángeles
asociados muy estrechamente al Maestro del mundo, como los querubines del
propiciatorio del Arca. Pero su aspecto y su número muestran que están más
bien relacionados con el universo material. Vueltos hacia los cuatro puntos
cardinales, dominan y vigilan las cuatro partes del cielo, gobiernan, bajo la
autoridad de Dios, la creación”.
Biblia de Jerusalén: “Simbolismo inspirado en Ez. I, 5-21. Estos
Vivientes son los cuatro ángeles que presiden el gobierno del mundo físico: 4
es la cifra simbólica del cosmos. Sus múltiples ojos simbolizan la ciencia
universal y la providencia de Dios. Dan gloria a Dios sin cesar por su obra
creadora. Sus formas (león, toro, hombre, águila) representan aquello que hay
de más noble, fuerte, sabio y ágil en la creación”.
Gelin: "Es difícil representarse estos ángeles ubicados bajo el trono y
adosados el uno al otro como en Ezequiel,
pues en V, 8 y XIX, 4 se postrarán y en XV,
7 se moverán alrededor del trono (…) Con
relación a los Kerubim de Ezequiel están simplificados: en el profeta,
cada kerub tenía cuatro aspectos; aquí cada Animal no tiene más que uno.
La angeología de Juan ha simplificado igualmente la sistematización anterior,
tal como la encontramos en las Parábolas de Enoc (I siglo a. C.). Según
este escrito, tres clases de ángeles están destinados a vigilar sin dormir
jamás, el trono de la gloria del Señor: los Serafim, los Kerubim
y los Ofanim y juntos están encargados de cantar el Trisagion. Los
Animales de Juan reúnen los atributos de las tres clases: tienen las alas de
los Serafim (Is. VI, 2) y los ojos innumerables de los Ofanim
(Ez. I, 18); además estos ojos están puestos en ellos de una forma difícilmente
comprensible. La función de los Animales parece ser esencialmente adoratriz".
Alápide: "Y en medio del trono y alrededor del
trono, cuatro Vivientes: "en
medio del trono" es lo mismo que dentro del ámbito del trono (…) Juan,
por el término "en medio" lo que quiere únicamente significar es que
estos Animales estaban próximos al trono y al Sedente, a saber, en el trono
sedía el rey, alrededor del trono, cerca, estaban los cuatro Animales, y
alrededor de éstos sedían los 24 Ancianos.
Alrededor significa que estos
cuatro Animales no estaban en un sólo lugar, sino distribuídos por los cuatro
ángulos y costados del trono[1]".
Charles: "Los
Vivientes no llevan el trono (en medio del Trono no puede significar
"bajo el trono") como en Ez.
I, 22.26, sino que están alrededor del trono y se postran en acto de adoración
en V, 8 y XIX, 4 y están libres para moverse independientemente y en particular
(XV, 7)".
Con respecto a las diferencias con la visión de Ezequiel hay que notar que éste vio la Gloria de Dios en movimiento
y de ahí que los Vivientes estuvieran debajo
del Trono, ya que son los encargados de transportar a Dios, mientras que San Juan vé el Trono "puesto"
en el cielo (v. 2) para juzgar (Dan. VII) y de ahí que los Vivientes
estén alrededor del Trono.
Esto explicaría también por qué San
Juan vea las seis alas: dos para
cubrirse el rostro, dos los pies y dos para volar, mientras que Ezequiel vé sólo cuatro alas porque dos
de ellas corresponden a las ruedas (I,
15 ss).
[1] Nota de Crampon: "De forma que,
supuesto que el trono sea cuadrado, los Animales estarían no en los ángulos
sino en medio de cada uno de los costados".