Nota del Blog: El siguiente excursus está tomado de Wikenhauser Alfred, "El Apokalipsis de San Juan", Herder 1969, pag 128 ss.
En azul la Addenda II
Hades, Mar de Fuego y Abismo
El Hades
(=infierno, reino de los muertos) es el lugar en que las almas de los muertos
permanecen hasta el juicio final; en el Apocalipsis es mencionado siempre al
lado de la muerte[1].
Cristo, que tiene en sus manos las llaves de la muerte y del Hades[2],
tiene el poder de abrir las puertas del reino de los muertos y de llamar a la
resurrección las almas que allí se encuentran[3].
Para el juicio final, la muerte y el Hades deben dejar en libertad a los
muertos; luego, dado que de ahí en adelante forman parte de los seres
diabólicos, serán arrojados en el mar de fuego[4].
No está del todo claro si para el autor del Apocalipsis el Hades es la morada
de todos los muertos, o sólo de los no cristianos o de los malvados. Lo cierto
es que los mártires de las persecuciones pasadas se encuentran al pie del altar
de los holocaustos en el cielo[5], y
que los de las persecuciones futuras se reúnen ante el trono de Dios[6].
Parece, pues, que según el Apocalipsis, los que han muerto en Cristo[7] no
se encuentran en el Hades[8].